Comenzaré por el aspecto de que previo al empleo de las herramientas de búsqueda en la Web, es importante contar con una computadora que permita una velocidad de procesamiento rápida con conexión de preferencia inalámbrica a internet, una línea de acceso a internet estable y lo más ancha posible, así como un navegador adecuado. En computadora yo prefiero compatibilidad, por lo que no recomiendo un equipo Apple, sino una PC con ambiente de Windows y si es LapTop inclusive da más versatilidad y autonomía; en internet prefiero seguridad, por lo que Telmex sigue siendo una opción estándar; y en navegador ninguno es perfecto he probado varios, pero siempre regreso al Internet Explorer por su compatibilidad con todas las aplicaciones de la red.
Habiendo dicho esto, entremos al tema en materia de los buscadores, que apropiadamente se conocen como “motores de búsqueda”; y que son una herramienta de software indispensable para encontrar la información y archivos en la red. Es claro que residen en la red con sus proveedores y desarrolladores, y que solo accedemos a sus servicios de búsqueda dentro de las bases de datos existentes. Me parece que el mayor desafío que presentan es el de encontrar información relevante y relacionada con lo que se busca en cuanto a resultados; y para el usuario el que sean amigables en su manejo como interfase.
Básicamente como menciona Natalia S. Stark en su investigación (3) se presentan tres tipos diferentes de buscadores: Motores de busca Temática (Directorios o Catálogos), Motores de búsqueda por palabras clave (“Crawlers”) y sistemas basados en el ruteo por contenido. El primero funciona con base a un índice de jerarquía de los documentos, y los otros en función del acceso a bases de datos. En general consisten de: un robot (“araña, spider” o programa permanente de rastreo en la red, encuentra-clasifica-archiva todo tipo de información), un índice (como base de datos) y un mecanismo de búsqueda que permite al usuario encontrar páginas e información de su interés. El usuario accesa al buscador con cierta información, el cual la indexa (con base a directorios de direcciones de la Web – URL’s, o con base a sus robots y los criterios de búsqueda), para que se le muestre al usuario una construcción de información (“Clustering”) con base en frases y en prioridades (“rankeo”).
En esto podemos observar que todos los buscadores buscan un proceso de precisión y velocidad, para entregar los resultados relevantes de cada búsqueda; y que de entrada una gran ventaja es que amplían la búsqueda de información que buscamos y los resultados relevantes. De las tablas comparativas en los trabajos de Stark y Maldonado (1,3) se infiere que cada buscador emplea su propia estrategia tanto para obtener la información, como para la presentación de resultados. De ahí que a menos que los programas fuesen iguales, no tienen coincidencia de resultados los diferentes buscadores y en buena medida aportan diferentes puntos de vista a una investigación. Obviamente con todo y el mejor motor de búsqueda, es importante considerar la recomendación de Reich y Daccord (p.112, 113) de aplicar un buen criterio para la evaluación de los sitios Web que surgen dentro de la investigación.
Me parece que aunque nadie lo menciona, existe el peligro de un mal uso de esta tecnología, para extraer información de los usuarios o “sembrar” preferencias en los motores de búsqueda; claro que estaríamos hablando de sistemas muy complejos que llegaran hasta los usuarios finales en su interacción.
También se tienen los metabuscadores que menciona Valenzuela, que propiamente no manejan una base de datos propia, y que basan su búsqueda en los motores de búsqueda más empleados. Es claro que el objetivo de los metabuscadores (“Meta Search Engines”) es facilitar al máximo y hacer más eficiente la búsqueda de la información, ampliando el ámbito de la misma. La diferencia entre ellos tiene también que ver con la forma de buscar, los lugares en donde buscan y cómo presentan la información. Son una herramienta útil sin duda cuando se busca obtener el máximo de recursos disponibles en la red, facilitan tanto la profundización en un tema, como el encontrar información de temas que no son tan manejados.
Los metabuscadores suelen ser más lentos en sus búsquedas, y me atrevería a decir que pueden mezclar “peras con manzanas” en el sentido de que no tienen forma de distinguir entre las diferentes sintaxis de los buscadores de que toman ventaja; por lo que me parece que para búsquedas muy específicas, es mejor emplear los buscadores de los que estemos familiarizados con la sintaxis.
Bien recomienda Valenzuela (4) , que en todo caso, se haga siempre una investigación previa al respecto; partiendo de los términos genéricos, para llegar a los específicos e inclusive aprovechar los diferentes directorios existentes. Es muy interesante el ejemplo que maneja de investigar sobre las “redes neuronales” en el intento de simular por computadora el comportamiento del cerebro humano y su complejidad, para analizar y reproducir el mecanismo de aprendizaje y reconocimiento que emplea el mismo ser humano. ¿Llegaremos a tener una herramienta computacional así, tanto para interacción con la Web, como con el ser humano?, obviamente nuestra actual tecnología digital binaria encuentra muchas dificultades al respecto.
Me gusta mucho el listado de recomendaciones (“para no morir en el intento”) que expone Valenzuela (4) , y la flexibilidad y tenacidad que propone, además de la intuición y el empleo de las recomendaciones de los buscadores en toda investigación. Yo hasta ahora uso más los buscadores, pero la recomendación de usar un metabuscador simultáneamente, estoy seguro que puede enriquecer los resultados.
Stark (3) recomienda los motores de búsquedas temáticos como más apropiados para encontrar todo lo relacionado con un tema; mientras que recomienda los motores de búsqueda que utilizan robots cuando se buscan resultados más actualizados. Pero Stark (3) al igual que Valenzuela (4) , enfatiza la necesidad de conocimiento por parte de los usuarios y la aplicación de las capacidades de búsqueda y personalización que posibiliten los resultados más acordes a sus propios intereses.
El estudio comparativo que realizan Maldonado y Fernández (1) , al evaluar los buscadores documentalmente, me parece muy interesante; y sobre todo por incorporar algunos internacionales (Yahoo, Altavista, Excite, Lycos, Webcrawler, Hotbot, Magellan, Infoseek, Galaxy y Looksmart) con algunos hispanos (Ole, Donde, Ozu, Elcano, Biwe, Trovator, Tarántula, HispaVista y Sol). De los 20 buscadores seleccionados; nueve son motores de búsqueda (seis internacionales) y once son índices temáticos (siete en español). Descubren que: no todos los motores reconocen y utilizan etiquetas Meta, que las interfases de navegación con los usuarios son diferentes, así como la aceptación de criterios que complementen o limiten las investigaciones (AND, OR, NOT, etc.), además de que la clasificación temática es más simple (solo direcciones, no contenidos), no todos emplean la búsqueda con base a URL´s, ninguno controla el vocabulario y pocos detectan las nuevas incorporaciones en tiempo real.
Maldonado y Fernández (1) concluyen que los buscadores internacionales son más completos desde el punto de vista de la búsqueda, porque alcanzan: más apartados, tienen más herramientas, clasifican mejor los recursos y estandarizan más el vocabulario. El único caso en que los buscadores hispanos aventajan, es en la detección de novedades. Todos los buscadores utilizan criterios de relevancia y en su mayoría no permiten agrupar la información recuperada.
Para mi el empleo de este tipo de herramientas, me permite ahorrar mucho tiempo en todos los sentidos: operaciones bancarias seguras, pago de colegiaturas, compra de libros (Amazon) con extremada sencillez, ubicación de libros que ya no tienen nuevas impresiones, artículos e informaciones técnicas para soporte en el trabajo, búsqueda de contactos y de referencias, directorios industriales con todos los contactos (sitios Web y Emails), etc. En el lado formativo es una herramienta impresionante para aprender cosas nuevas cada día, hace poco investigaba sobre la Stevia (edulcorante natural usado en Japón), ubicada estadísticas de importaciones de equipos industriales (Secretaría de Economía) y pagaba la tenencia del auto. Es cierto que la Web permite instrumentar esto, pero los buscadores nos permiten afinar estas búsquedas: desde checar las infracciones del auto por Internet o el pago del agua, hasta el próximo modelo de TV que queremos tener. Este multienlace que permiten los buscadores en la Web, nos simplifica brutalmente su acceso y su uso, desde luego que la mejor aplicación queda en nuestras propias manos.
Siguiendo el ejemplo de las lecturas propuestas, me propuse buscar el tema “redes neuronales” en diez buscadores y un metabuscador, con los siguientes resultados:
1) Altavista e Infoseek, ya emplean el “Yahoo Search Engine”, dando los mismos resultados
(aprox. 193,000). Acceso instantáneo. Yahoo es el único que tiene el buscador inmerso en
su página de noticias,
2) Terra, aunque dice “enhanced by Google” muestra resultados pobres y no tan precisos.
3) Galaxy, el único que dice CERO RESULTS, inténtelo en Google…..
4) Looksmart, ya cerró su sitio de búsqueda y ahora se dedica a marketing y publicidad en
línea.
5) Los más lentos: Lycos y Excite. El primero dice que hay 192,000 resultados.
6) Google: el más rápido (0.2 segundos) dice tener 698,000 resultados.
7) Metacrawler: dice que hace su búsqueda con Yahoo, Google y Yandex), aunque es rápido y
posiblemente el más completo, no tiene la bondad de precisión de las herramientas de
Google.
Por tanto parece que el mercado de los buscadores se compactará pronto en tan solo tres o cuatro participantes a nivel global, con las mejores herramientas y accesos. De momento con este simple experimento UNICO (nada estadístico) y SUBJETIVO, mi recomendación es emplear como primera aproximación a Metacrawler, para después afinar los detalles con Google, ¿Qué opinan?
Saludos, Pedro
BIBLIOGRAFIA
1) Maldonado Martínez, A. (31 de Octubre de 1998). Evaluación de los principales
"buscadores" desde un punto de vista documental: recogida, análisis y recuperación de
recursos de información. Recuperado el 30 de Noviembre de 2012, de Departamento de
comunicación audiovisual. Jornadas Españolas de Comunicación. Universidad Politécnica
de Valencia.:
2) Reich, J., & Daccord, T. (2008). “Open Research” en Best Ideas for Teaching with
Technology. United States of America: Myron E. Sharpe, pp. 110-130.
3) Stark, N. (10 de Noviembre de 2001). Motores de búsqueda en internet. Recuperado el 30
de Noviembre de 2012, de Licenciatura en Sistemas de Información. Universidad Nacional
de Luján: http://www.unlu.edu.ar/~tyr/tyr/TYR-motor/stark-motor.pdf
4) Valenzuela Urra, C. (04 de Marzo de 2002). Cómo realizar una adecuada búsqueda en
Internet utilizando como ejemplo un tema determinado. Recuperado el 30 de Noviembre de
2012, de Facultad de Humanidades. Universidad de Playa Ancha:
No hay comentarios:
Publicar un comentario