¿Es el tiempo: lo que marca el reloj, lo que dice el calendario
o la percepción de su duración?, ¿Qué cultura tiene la fecha correcta?, ¿Existe
el tiempo sin existir cambios?, ¿Se puede viajar en el tiempo en donde el
pasado y el futuro sean tan reales como el presente?, ¿Hay tiempo antes del
tiempo?, ¿Tiene un sentido absoluto o relativo?, ¿Solo existe en la mente?, ¿Es
una propiedad de la naturaleza?, ¿Existe o no existe?, ¿Es una dimensión física
lineal circular?.
Ahora sí que he comenzado muy filosófico al respecto, pero con
interrogantes válidas para muchos ensayos, en donde la mente humana tiene
muchas propuestas pero pocas soluciones y sobre todo mucha imaginación. Todos damos por hecho que existe, pero
no hay una manera de definirlo objetivamente. Ya Aristóteles lo consideraba como una
medida de cambio, aunque no el cambio en sí.
Cierto es que el tiempo físico que conocemos es el tiempo que
todos conocen como público y universal, relacionado con ciclos de luz y
oscuridad que surgen con el movimiento del planeta sobre su eje alrededor del
sol. Sin
embargo hay eventos que nos parecen eternos siendo cortos, o cortos habiendo
sido muy largos; allí entramos a la percepción del tiempo o su aspecto
psicológico. Con todo, lo que hace pensar a los científicos que el tiempo pueda
ser algo objetivo, tiene que ver con el orden de los eventos y de las
relaciones que se observan en el orden en el Universo.
Muchos hombres han hecho estas preguntas y expuesto muchas
teorías desde la remota antigüedad, desde considerar idealistamente al tiempo
como subjetivo a la mente humana y una mera construcción intelectual, hasta
llegar a considerarlo relativistamente como un marco de referencia (Einstein)
real. Lo que no podemos negar es que nos
delimita una serie de intervalos detectables en un proceso, en donde si no
contamos con la sucesión de eventos en el proceso mismo, entonces podemos decir
en este sentido que NO hay tiempo (aunque existiera independiente de una
secuencia de eventos); desafortunadamente esta es una definición basada en
causas y no en el tiempo mismo.
Algunos lo ven como algo lineal sin retorno, y otros como en las
películas de Hollywood, lo ven circular y en eterna repetición lo que
permite viajar a través de él. Obviamente el único viaje de tiempo que
conocemos es el que nos menciona el cine y la televisión en la creatividad de
sus escritores. Hay religiones como el Islam y el Cristianismo que ven el
tiempo como una sucesión lineal de los hechos, o científicos como Newton que lo
ven como una línea contínua desde un principio hasta un final, inclusive la
famosa teoría del Big-Bang; este es el concepto más tradicional.
Hay religiones como el hinduismo que ven el tiempo circular y
repetible en ciclos, inclusive pensado por algunos científicos como opción de
una expansión-contracción contínua del Universo. Inclusive con la llegada de la
teoría de la relatividad, y la posible relación entre el espacio y el tiempo,
se abre la mente a la posibilidad de elucubrar en el llamado “continuo
espacio-tiempo” (idea novedosa de una variable bidimensional), que aunque no
tenga la última solución, nos ha puesto a pensar y entender mejor el concepto.
Convencionalmente NADIE duda que el tiempo avance, que usemos
días de 24 horas o de que hay que ajustar la hora según el huso horario de la
zona del planeta en que nos encontremos. En el occidente decimos estar en el año
2013 en función de la fecha del nacimiento de Jesús, en Oriente los judíos
están en el año 5773 a partir de la creación del mundo y los musulmanes en el año 1434 a
partir de la salida de Mahoma a Medina.
No hay científico que crea posible el viaje en el tiempo con
base a nuestro conocimiento y tecnologías actuales, y menos pensando en la
implicación de que esto pueda cambiar el pasado o el futuro de forma
sustancial; ¿has oído de algún viajero real en el tiempo fuera de Hollywood?
Según la teoría de la relatividad mediante la “dilatación del tiempo” es
posible viajar al futuro a una velocidad cercana a la luz o utilizando los
campos gravitacionales en un corto tiempo, pero al llegar NO hay reversa, pues
no es posible retroceder en dichas condiciones. CLARO que si el universo tiene una distancia a cruzar de
digamos 100,000 años luz, nadie en nuestra condición física actual tiene dicho
tiempo disponible en su vida.
Si el tiempo fluye realmente (pudiera ser solo un mito genial) y tiene dirección (o varias direcciones) en nuestras mentes parece objetivamente ir
en una única dirección: hacia el futuro. ¿Realmente hay un flujo y dirección?,
nada parece indicarlo de forma científica. Claro que es posible que haya leyes
y principios que todavía NO conocemos, aunque en la lógica humana solo tenemos
evidencias de nuestros hechos pasados y nuestras decisiones actuales solo
afectan el futuro; siempre en nuestros procesos mentales las causas preceden a
los efectos. Por esto en nuestra mente y nuestra ciencia es imposible pensar
que las cosas vayan en sentido invertido, en una vida literalmente en reversa.
Aún en Hollywood el pasado es visitado en su orden original y NO en un sentido
invertido.
Quizá aquí la pregunta sea, si el pasado o el futuro, son partes
de la realidad. Hay teorías que dicen que solo el
presente es real; hay otras que dicen que lo acumulado es real (pasado y
presente) y algunos otros en función de la teoría de la relatividad, que
“depende”. Si nos vamos al terreno de lo popular, todo es simplemente presente;
pues nadie cree realmente que vive en el pasado o en el futuro. Claro que por
aquí podríamos desviarnos a otro tema: si todo ya está determinado o si el
hombre realmente tiene libertad y voluntad en sus hechos, que dejaremos para
otra oportunidad.
Es indudable que podemos
hablar mucho sobre el tema, y sin embargo seguirlo dejando como un misterio. El
tiempo rodea todo lo que percibimos y marca nuestro recorrido en la vida desde
que nacemos. Convencionalmente basta con ver el reloj o el calendario, pero,
¿es acaso más que eso?
Saludos, Pedro López
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