¿Creación o Evolución?
Ensayo
Esta es una de las
inquietudes existenciales que el hombre ha tenido a través de su historia en
cuanto al origen de lo que nos rodea: si ha sido creado o si has surgido de la casualidad.
Hay otras alternativas posibles que no tocaremos, como el origen extraterrestre o el origen mitológico;
el primero cabe dentro de estas dos ideas y el segundo que difícilmente podemos
evaluar. Se habla, se debate y se apasiona cada postura en ambos puntos de
vista; buscando evidencia
científica que soporte a estas teorías
de la mejor forma. Pero algo de lo que
no se habla mucho es de las implicaciones que pueden tener en nuestra vida y
forma de percepción, como efectos colaterales
de impacto.
Hay muchas
maneras en que podemos aproximar el tema
y mucho el contenido que podemos examinar; pero dado que este ensayo no
pretende ser el estudio definitivo que resuelva el dilema; trataré de
aproximarnos al tema con un enfoque general y específicamente con un alcance
limitado tan solo en la historia humana.
La
Controversia
Comencemos
entonces por saber un poco ambas posturas: la creacionista y la evolutiva. Para la primera , al parecer todo ha sido
originado por un acto creativo proveniente de un “ser superior” que a manera de arquitecto del Universo ha
diseñado todas las cosas en cuanto a su forma , contenido y funcionalidad ;
desde un origen no registrado históricamente
y que básicamente ha permanecido de esta forma . Para la segunda, todo ha surgido desde una
explosión universal “inicial” llegando a través de millones de años a formar el cosmos, los planetas, la tierra y
todo cuanto ella contiene; comenzando con la vida más básica celular y desarrollándose ésta hasta las formas de
vida más complejas que conocemos.
La
postura evolutiva del origen, no es nueva como pudiéramos pensar; pues ya el
filósofo griego Anaximandro (611-547
a .C.) tenía el concepto de que todas las cosas vivas se
encuentran relacionadas y de que cambian con el transcurso del tiempo. Aristóteles desarrolló su “Escala de la Naturaleza”, para explicar su concepto del avance de las cosas desde lo
inanimado hasta las plantas, los animales y finalmente el hombre.
Georges Cuvier (1769-1832) contribuyó con su “teoría de las catástrofes” para
explicar la extinción de las especies y
Jean Baptiste Lamarck (1744-1829) que propuso que los organismos más complejos
evolucionaron de los más simples, además de que pensaba que muchos de estos cambios se dan por “el
uso y desuso” de sus órganos al tratar
de adaptarse a su ambiente.
Estas ideas fueron acumulándose e
integrando información de otros campos del saber humano, como el aportado por
el geólogo británico Charles Lyell (1797 – 1875), que pensaba que las formaciones terrestres se
deben al efecto constante y acumulativo de las fuerzas naturales produciendo
cambios en la tierra; su libro “Principios de la Geología ” fue leído por
Charles Darwin (1809 – 1882) durante su viaje exploratorio alrededor del mundo
y tuvo seguramente influencia en sus ideas. El efecto más impactante en esta
teoría se da con la propuesta de Charles Darwin, basada en que la selección
natural de las especies es en sí misma su principio evolutivo, queda plasmada
en su obra “El origen de las Especies”.
Actualmente esta teoría evolutiva, contiene
muchos ingredientes integrados: desde el origen llamado “Big-Bang” inicial, la
teoría de Mendel de la genética, los descubrimientos de Darwin y muchos otros. Podemos decir que en la forma como la conocemos
ahora es una “teoría sintética” moderna, que recibe bastante aceptación en la
comunidad científica y que ha sido “enriquecida” desde sus orígenes hasta su
formulación como la vemos hoy en día.
Por el otro lado la postura creacionista del origen,
tampoco es nueva y nos llega a través de la percepción del hombre desde los
albores de la humanidad, en donde muchas culturas antiguas mesopotámicas como la sumeria, ya describían en tablillas de
arcilla como las encontradas en la Biblioteca de Asurbanipal (669-627 a .C.) de forma
cuneiforme y con grabados como si fuesen
fotos en barro; el origen divino del hombre y los astros por medio de su dios Marduk.
Las cosmogonías y mitos de tipo
creacionista han estado y permanecen presentes en distintas culturas y sistemas
de creencias a través de la historia; aunque el movimiento creacionista más
activo y conocido hoy en día es de
origen cristiano protestante. Es durante
los últimos tres siglos que ha tenido una mayor representatividad por
científicos que inicialmente hicieron sus investigaciones con objeto de
corroborar que la realidad estaba fundada en la existencia de Dios; entre
ellos: Pascal, Newton, Kepler y Galileo; particularmente dentro del contexto de
la cultura cristiana.
Existen dos tendencias creacionistas en
nuestros días, una que apoya este pensamiento
creacionista basado en lo que la ciencia pueda aportar para evidenciarlo y otra que usa solo la Biblia para exponer y
defender su modelo. Actualmente esta teoría ha llegado a su última versión occidental,
a través del “Instituto para la Investigación de la Creación ” fundado en 1981 en Estados Unidos y que tiene como objetivo la investigación
científica considerando a la
Biblia como la máxima autoridad simultáneamente.
Las Evidencias
La teoría evolutiva,
dentro de su cuerpo estructural, parece afirmar: que hay una ascendencia común
de todos los seres vivos a partir de un único ancestro, que la selección
natural va permitiendo la sobrevivencia de los organismos más aptos y que las variaciones de las especies se dan
por herencia, mutación y recombinación genética. Estos cambios evolutivos, pueden ser a
pequeña o grande escala a través de
generaciones y de mucho tiempo. La teoría
se fundamenta en: registros de fósiles que habitaron la tierra en el pasado,
estudios de anatomía comparativa, estudios bioquímicos, etc.
Por otro lado, la teoría creacionista no
tiene un cuerpo estructural propio, sino que básicamente lo ha ido formando con
base a analizar la información evolutiva existente, tratando de que mediante
investigación científica puedan demostrar evidentemente lo contrario : todo
ello que apunte a una creación La teoría
se fundamenta en evidencias como: falta de fósiles transicionales, ajustes de
los métodos de datación radiométricos, estudios bioquímicos y de genética, así
como de geología y antropología.
Ambas teorías tienen personajes significativos y teorías que tratan de
sustentar con todo el soporte científico de mayor rigor. La tendencia
creacionista que irónicamente surgió de un trasfondo más religioso ahora está
usando todas las herramientas científicas a su alcance, mientras que la
tendencia evolutiva que surgió más de las ideas y la investigación humana están tendiendo cada vez más a
institucionalizarse y dogmatizarse.
Las
Implicaciones
Aparte de que ambas hipótesis con su contenido
estructural están hoy en día en una “lucha férrea” por el control de la “verdad
absoluta”, nos permiten evaluar alternativas diferentes de cómo vemos nuestro
origen y hacia a donde apunta nuestro futuro.
Al parecer de acuerdo a los evolucionistas:
No existe un ser superior (“Dios”) en el proceso y por tanto no hay marco de
referencia para hablar del bien y del mal, o de que el ser humano sea más
importante que una cucaracha en el contexto de los seres vivos .Todo se explica
como un proceso que “tiende a la máxima organización”, partiendo de lo más
elemental y por casualidad.
Al parecer de acuerdo a los creacionistas actuales: la Biblia es precisa y literal,
solo tienen que encontrar la evidencia que la soporte de una forma científica. Para
esta postura es una aberración que el hombre provenga de seres “inferiores”
como el mono, pues estamos hablando del hombre como el punto culminante del
creador del universo. Atrás de todo lo creado, especulan, hay un diseño
inteligente y en el caso del ser humano
trascendente.
Ambas teorías concuerdan plenamente en que el universo y el hombre no han existido
eternamente y que mediante la
investigación científica será posible tener todas las respuestas que soporten
las evidencias, sacando una conclusión final del asunto.
Ahora bien, pensando en todo esto: ¿qué
estamos buscando?, ¿evidencias científicas
sólidas o pleitos filosóficos? , ¿Opiniones soportadas en la realidad o
creencias dogmáticas modernas?
Los medios actuales representan este debate de teorías , como si fuera una
lucha de la ciencia (Teoría Evolutiva) contra la Religión (Teoría
Creacionista) porque si algo tienen de fortaleza los evolucionistas son sus teorías
científicas y si algo tienen de
debilidad los creacionistas es el escudarse en la Biblia para indicar que se
trata de la “ultima evidencia” . En este sentido ambos concluyen anticipadamente,
formulando sus conclusiones y buscando
la evidencia que los soporte.
A nivel escolar en nuestro país solo se
enseña a la Evolución
como una teoría científica y ni siquiera se considera la posibilidad de
mencionar el Creacionismo como una segunda opción. ¿Por qué no promover que se enseñen ambas
posturas para que los alumnos puedan
analizarlas y sacar sus propias conclusiones? ; lo cierto es que en este momento,
ambas están al mismo nivel: simples hipótesis en proceso de demostración.
Comentarios y conclusiones
Ambas teorías tratan de extender su
aplicación en toda rama del conocimiento humano y no solo en los orígenes, por ejemplo
en lingüística: ¿las habilidades lingüísticas son innatas como dice Chomsky o
se desarrollan como indican Piaget y Vigotsky? , en cuanto a la biología: ¿Surgen
nuevas especies de la nada o simplemente se diversifican de las ya existentes?
, ¿Viene el hombre del polvo de la tierra
o del agua de los mares?
Yo no puedo pensar que de una explosión
salga algo bueno, por ejemplo, si yo dijera que mi casa explota y de ahí se forma una gran mansión a todo lujo;
cualquiera pudiera tratarme como un loco.
Pero si digo que “algo que no
había” explotó y lo formó todo, entonces
como no hay otra solución o propuesta, ésta tiene que ser la verdad.
Tampoco puedo pensar que si
no puedo demostrar lo que la Biblia dice mediante un
soporte científico y razonado, entonces debo de creerlo a priori, porque
entonces cualquiera pudiera tratarme como un mero fanático.
¿Hay un balance posible? , ¿Tendrá un final
feliz este enfrentamiento? Sin duda son dos polos opuestos de origen, y
posiblemente todavía habrá muchas teorías por llegar para explicar de una forma o de otra esta pregunta interna
del ser humano: ¿de dónde vengo y a dónde voy?
Para colmo, hoy en día nos encontramos tanto
cristianos evolucionistas como con evolucionistas teístas, ¿estaremos
presenciando el sincretismo de ambas teorías? Yendo al terreno meramente científico,
encuentro que hay supuestos en ambos bandos que permiten la mejor explicación
de sus teorías alegando siempre que “este es un error que los otros no han considerado”. La ciencia en este sentido, teniendo su
origen en el hombre para explicar su entorno, no es una herramienta perfecta
que pueda definir la verdad última, ¿o si?
Tomar una postura, debe de estar
fundamentado no sólo en la lógica o la filosofía, sino en la evidencia que se
tiene; no vivimos más en épocas de dogmas de fe, pero tampoco lleguemos a caer en dogmas de ciencia como si fuera el
“canto de las sirenas”. Para tomar una
postura hay que pensar en lo que estas
teorías implican sobre mi valor como persona
y en mi sentido de la vida. Es innegable la perfección de componentes y
funcionamiento de nuestro cuerpo, ¿vino esto por casualidad o tiene un diseño
específico?
Tomar una postura debe fundamentarse en la ciencia como la conocemos, por ejemplo en
la más elemental e incuestionable ley de termodinámica descubierta por Joule y
Mayer en 1842 que dice que “la energía no se crea ni se destruye, solo se
transforma”: ¿fundamenta esto a un universo ya diseñado o a un origen explosivo?
En lo personal considero que el trabajo de la
teoría de la creación está tomando mucho esfuerzo y enfocándose correctamente
en los hechos , tanto así que ha
acumulado suficiente evidencia científica para soportarlo. Vale la pena revisar
sus alcances y conclusiones , pues nos permiten ver y comprobar su impacto en
nuestro mundo y tener una alternativa más fundamentada de la versión bíblica.
Una teoría que se precie de ser científica
en este sentido debe poder hablar del origen (el pasado), también debe explicar
el presente y al mismo tiempo poder
extrapolarse hacia el futuro: ¿Así como pensamos en un origen, pudiéramos
pensar en un final? , ¿Cuántas teorías también hay del final?
Pedro López Eiroá
Notas:
1) En cada
personaje referido, entre paréntesis, se incluye su período de vida en
años como referencia de la época de que
se habla.
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