lunes, 1 de abril de 2013

Hiperconectividad – El mundo EnREDado

¿Es bueno o malo estar conectado a través de Internet 24/7 y sincronizarte con todos tus dispositivos? 

Es cierto que la compatibilidad de los diferentes dispositivos y sistemas para poder enlazarse en la red, así como la estandarización de los sistemas y las redes inalámbricas nos han abierto enormes posibilidades de conexión autónoma para contenidos a través del Internet. Inclusive llegando al punto de tener un contacto específico, que da la ilusión de nuestra “personalización” en el contacto virtual. 

Algunos bromean que antes del Facebook, la gente dormía; ahora con su alcance global y en línea podemos estar en múltiples lugares y contactando a diferentes personas de forma global y prácticamente permanente, sin importar horarios o inclusive idiomas. 

¿Porqué esto no nos está involucrando en una etapa de mayor crecimiento o iluminación como humanos?, ¿Porqué parece que sabemos más y perdemos el tiempo como nunca antes con las aplicaciones en línea?. Hay especialistas para cada juego o aplicación en línea, que da muchos puntos, pero nada de valor; inclusive algunos hablan de una segunda vida en la red a través de personajes con los que nos involucramos, pero que en sí mismos no tienen vida o sentido. 

Estamos yendo a una zona muy peligrosa que NUNCA en la historia se dio: la interacción virtual con personas y contenidos, con las que podemos estar “conectados” y no tener ninguna relación por más tiempo que pasemos. Tenemos “amigos” que no sabemos quienes son, juegos que pueden literalmente “absorber” nuestras vidas, todo un mundo virtual instantáneo y “aparentemente” a nuestro control: una realidad virtual totalmente despersonalizada y que no ayuda ya no digamos en los valores, ni siquiera en la esperanza o las soluciones que busca y requiere la humanidad. 

¿Realmente es una necesidad o es una nueva forma de no sentirnos solos?, ¿ganamos o perdemos en lo personal y en lo social?, ¿mejoramos o bajamos los estándares al mínimo del ocio?. Ciertamente un nivel mucho más tecnológico que los grabados en piedras o las señales de humo, pero que lo único que parecen estar estandarizando es una nueva cultura global, en donde ya no se habla de valores o siquiera del verdadero nombre del interlocutor. 

Con tal de chatear rápidamente, los jóvenes ya no emplean ortografía NI palabras completas; y aunque Internet tiene una gran riqueza de información en sus entrañas, solo alabamos al último que coloca la imagen de cualquier animal parlante o el mejor chisme del momento. Nuestra interdependencia con la tecnología es tal, que aunque estemos con otra persona, preferimos contestar el celular o seguir a los amigos en el Internet, sacrificando de esta forma lo más valioso: la verdadera conexión humana. 

También la vieja obsesión por el trabajo, se está llevando al terreno virtual, haciéndonos “zombies virtuales” que apresuradamente presionan el teclado de la computadora, pero que ni el cerebro se tiene que emplear. Casi como en la MATRIX con la conexión individualizada del ser en una realidad virtual que simplemente está fuera de la realidad. ¿Es esta tecnología diabólica o es el tiempo que le brindamos lo que verdaderamente interfiere con nuestra vida diaria? 

Todo se acerca y todo se amplifica en la red, puedes fácilmente conseguir nuevos pecados y estilos de vida, que de otra manera ni te hubieras imaginado. Puedes tener muchas ventanas abiertas, y estar completamente solo y aislado, lo que parece un paradigma irónico de nuestros tiempos. 

La tecnología es la guía, la computadora en la red es el pastor de nuestros tiempos, la conectividad es el nuevo contrato o alianza que solo nos lleva a una segunda vida “entre sueños” que nos aleja de quienes somos o de lo realmente importante. Y aun así es claro que la tecnología no es el demonio seductor, sino el uso que le damos para mantener “ocupados” nuestros sentidos en nada y de cómo tratamos de diluir nuestros problemas. 

¿Puede haber una vida personal sin dejarnos seducir por este mal uso actual de la tecnología?, ¿Se retornará a respetar a la persona con que estamos sin interrupciones instantáneas?, ¿Se volverá a platicar y tener contacto real con el prójimo?. La verdad es que hoy esperamos más de la tecnología en esta conectividad que de las personas, y queremos estar en todas partes al mismo tiempo pero nos perdemos el valor del momento. Bien dice el dicho, “el que mucho abarca, poco aprieta”, podemos diluirnos en la ubicuidad y perder todo el tiempo de nuestra vida, con la ilusión de poder estar en todas partes (jo,jo.). 

Inclusive algunos piensan que esta conectividad es sinónimo de intimidad o hasta de trabajo creativo, cuando es una simple ilusión de compañía que ni siquiera demanda ningún estándar humano como la misma amistad; ciertamente es una nueva forma de soledad “haciendo que haces” y “pareciendo muy ocupado” VIRTUALMENTE, pero perdiendo el terreno en la capacidad de conectarnos en la realidad; cambiando el paradigma de la REALIDAD activa por la VIRTUALIDAD sedentaria e imaginativa, creando así nuevos hábitos que nos pueden llevar (como decía Star Treck) a mundos no explorados aún por el propio ser humano. 

¿Irónico verdad?, pensando en que estamos más conectados, en realidad estamos destruyendo todo lo que hasta ahora ha practicado históricamente el ser humano en la conectividad real con personas: la profundidad, los pensamientos, el soporte, etc. Estamos llegando a casos en donde ya no se pasa tiempo con la familia o los hijos, bajo el pretexto de todo este mundo virtual que ronda en nuestra mente. 

¿Porqué no plantearte un descansito de esta conectividad?, y así darte tiempo realmente para pasar más tiempo con tu familia y seres queridos, para disfrutar más tu contacto con la realidad, para aclarar tus metas….. CLARO que te va a convulsionar, como el adicto sin sus drogas, pero puede brindarte la oportunidad de aclarar lo que quieres hacer en la realidad con tu vida. 

Aún el mejor “surfeador” en Internet (del inglés proviene de la palabra surface – superficie, y que quien anda en la misma – surfer) sigue en la superficie (ES SUPERFICIAL), y mientras tanto la vida sigue; NO dejes que se te escape la vida por mantenerte ocupadamente conectado, mejor enfócate en desempeñarte lo mejor posible en la realidad. Date un descanso de lo virtual para ser más humano y efectivo en tu vida: puede ser de forma programada, puede ser parcialmente o inclusive si estas en los casos más graves, puedas requerir de un verdadero ayuno: desconectarte por un tiempo. 

CONECTARME o DESCONECTARME, ¡ese es el dilema de nuestro tiempo! 

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